A la Denominación de Origen Protegida Bullas la compone un territorio distinguido y diverso, representado por un paisaje excepcional de viñedo entre masas boscosas, en valles de montaña o en llanos de secano. Es en el interior de este territorio vitivinícola donde se desarrolla la actividad vitivinícola de la DOP Bullas, llevado a cabo por viticultores que continúan con los modelos de producción heredados y que tan buen resultado tienen sobre la materia prima.
Los vinos de la DOP Bullas son también reflejo de su variedad por excelencia, la tinta Monastrell, donde crece perfectamente adaptada y bajo unas condiciones naturales que aprovechan muy bien las bodegas de la DOP Bullas, pequeñas bodegas familiares en su mayoría, que han sabido adaptarse junto a este tradicional viñedo a los estándares de calidad requeridos por un consumidor que sabe lo que quiere experimentar cuando toma una copa de vino.